sábado, 27 de agosto de 2016

Origen de las mañanitas

“Éstas son las mañanitas que cantaba el Rey David, hoy por ser día de tu santo, te las cantamos a ti…”. Diferentemente del conocido tema, oído en todo el mundo, de melodía inconfundible, en México, al celebrar el nacimiento de uno, se canta “Las mañanitas”.

Basta con ir a una fiestita, de éstas llenas de aromas y colores, al buen estilo local, que se siente, en este instante alrededor de la torta que algo suena raro. ¿Qué cantan?, se preguntará el extranjero. Pero no más que pronto se hallará irremediablemente atrapado por ella. “Las mañanitas” no es simplemente una canción de cumpleaños: es un homenaje, una declaración de amor a quien los cumple. Es esta dulcecita parte del ser mexicano que, apenas conoces, te toma de por vida.

Cuándo empieza la costumbre es dato tan incierto como curioso. La mayoría de los mexicanos siquiera sabe por qué lo hace, pero el tema en sí es un gran hit. Tanto que el cantante Pedro Infante (1917-1957) tiene el disco más comercializado de la historia de México por causa de “Las mañanitas”: nada menos que 20 millones de copias vendidas.
Antiguamente era muy común darles a los bebés el nombre del santo celebrado en su día de nacimiento. Como dice la canción, “Hoy por ser día de tu santo, te la cantamos a ti…”, pronto se convierte en la melodía oficial de natalicio.
Una razón, menos religiosa, tal vez se encuentre en las “mañanitas de abril” de la ciudad de Zacatecas (México central). Ahí, el tema era usado como una especie de despertar al pueblo por las primeras noches de primavera, la estación en la que renace la vida, tras duro y largo invierno. Los habitantes del lugar se levantaban temprano para pasear por las calles y aprovechar al nuevo ambiente, más cálido y colorido. A estos paseos matinales se les decía “las mañanitas de abril”. Hay registros del Archivo Histórico del Municipio que tales paseos ya se realizaban desde 1896 e iban acompañados por una orquesta de jóvenes muchachas, así como la Banda de Música Municipal. La tradición perduró hasta fines de la década de 1930 y actualmente los zacatequenses hacen un movimiento para retomarla.
Aparte de los orígenes históricos, reales o no, lo que queda es que es un lujo tenerles a “Las mañanitas” cantadas para sí. No podría ser diferente, cumplir un nuevo año significa estrenar la vida una vez más, empezarlo todo de nuevo, como si el azar nos diese otra oportunidad. Es inaugurar a una otra primavera y ahorita mismo en México es primavera. Y una se pone a pensar, en las cercanías de su cumpleaños, en un florido balcón, desde donde se ve a unos cuantos mariachis, de sombreros anchos, abrazando a guitarras, cantándoselas. Si estaban destinadas a la santa virgencita, quizás no se sabrá, pero que algo divino esté presente en este instante, nadie lo duda. Es uno de estos trocitos del cielo que el pueblo mexicano ha regalado al mundo.
A pesar de su fama extendida por todo el territorio nacional y comunidades mexicanas a lo largo y ancho del planeta, no se han escrito muchas líneas acerca de ‘Las Mañanitas’. Nadie sabe bien a bien quién fue el rey David o, todavía más intrigante, porqué cantaba esa serie de versos que festejan los onomásticos
El origen como tal de ‘Las Mañanitas’ también permanece en el más oscuro de los misterios. Recuerdo haber leído en algún libro hace mucho tiempo, que esta melodía había nacido algunos años antes de la Independencia de México. El escritor guanajuatense Jorge Ibargüengoitia, alimentaba la veracidad de este origen con una versión (inventada o investigada) que incluía los siguientes versos:
“Quisera ser agua de lluvia
para besarte la cara,
y volverme arroyo después
para besarte los pies”
Sea cierta o falsa esa versión, en el buscador de cabecera de todos los que nos preciamos de convivir en la red, no hay una sola referencia al origen de tan famosa canción.
En la mayoría de las páginas que salen como resultado de la búsqueda se le pone a la altura del mariachi y las posadas en cuanto a símbolos de la mexicanidad se refiere. Sin embargo, en ninguna de ellas se explica ni quién compuso ‘Las Mañanitas’ ni mucho menos cuáles fueron los motivos que inspiraron tan famosa composición.
Y esto nos genera un paradigma, ya que solo las cantamos más por tradición que por su significado.
Fuentes:



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