martes, 16 de junio de 2020

Tlaloques por Mauro Hernández.


 Ya a tres años de realizar este trabajo excelente que le dio mucho realce a nuestra ciudad, recordamos con las palabras de uno de los artistas este evento que quedó grabado para la posteridad en la ciudad de Poza Rica.


 El mural titulado "Tlaloques" está inspirado el mito de la creación de la tierra y el ser humano por parte de Quetzalcóatl (serpiente emplumada) y Tezcatlipoca (el espejo humeante); ambos hermanos debieron pelear con el monstro llamado cipactli (el lagarto), para poder traerlo a la superficie Tezcatlipoca tuvo que cortar su pierna y arrojarla al abismo de ese modo la sangre atraería a cipactli, después de una feroz batalla los hermanos se transforman en serpientes, enrollando a cipactli hasta partirlo por la mitad. De la parte superior crearon el cielo y con la inferir la tierra, sin embargo las parte eran muy pesadas por lo que cortaron sus extremidades y formaron los talques que funcionan como pilares, los cuales fueron colocados en los cuatro puntos cardinales para después formar a la humanidad y su realidad. De este modo creamos estas piezas escultóricas representando a los obreros petroleros que son quienes sostienen en su mayoría la economía y sustento de la ciudad. Las piezas están ubicada sobre los pilares del distribuidor vial los cuales se encuentran rodeados de unos anillos que semejan las capas de la tierra de donde emergen las dos piezas.

 Del lado izquierdo del mural se encuentra Tezcatlipoca representado por un jaguar y su piedra regente la opcidiana también conocida como “espejo humeante” incrustada en el centro de la pieza y de la tierra fértil surge una mazorca de cuyas hojas brota el jaguar sin pierna, la mazorca se abre y de ella surge una mujer la cual tiene el rostro de la madre del autor (María del Carmen Martínez Quiroz ), misma que rompe las cadenas de la opresión, al mismo tiempo que sostiene la parte social y cultural de la ciudad desde la tradición muralista con un fragmento del mural del maestro Pablo O’Higgins, el emblemático cerro del abuelo, el reloj, la burrita (locomotora). En el costado derecho se encuentra Quetzalcóatl, dios sabio, regente del dia y los vientos, representa la parte laboral, de ambos lados del mural se perciben las serpientes enrolladas símbolo de la creación del cielo y la tierra. El sol pleno y las nubes en movimiento, la serpiente emplumada envuelve el pilar y de ella surge un hombre obrero que también rompe con las cadenas, le rodea una faja, símbolo de fuerza y en su pecho el símbolo de “ometeolt” además de tener el rostro del padre del escultor (Marcos Hernandez Mar). Al centro del mural podemos ver a dos obreros trabajando en un árbol de válvulas y arriba de ellos el símbolo de “ollin” el principio creador de la unión entre los opuestos: Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, el día y la noche, sol y luna, padre y madre. Todas las fuerzas entrelazadas y trabajando juntas en el infinito centro de la unión. (Técnicas utilizadas: escultura y alto relieve en cemento directo, fresco al seco y clasificación)

www.culturapozarica.com








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